Entender la toxicidad

POR Silvia Sevilleja Benito
12/08/2024

Entender la toxicidad

En algún momento cada ser experimenta lo que es la toxicidad, ya sea en la familia, en el trabajo, en relaciones etc…..es algo que no podemos evitar, no puedo evitar la elección que toma cada persona, pero sí debo saber, identificar y trabajar, cómo me siento yo ante el comportamiento de cada persona que se relaciona conmigo, no puedo evitar su elección, pero sí la mía.

 

Desde que me despierto por la mañana, tomo decisiones constantemente, unas conscientemente y otras inconscientemente, y son esas decisiones, las que me hacen sentirme de una manera u otra, son esas decisiones las que generan emociones, y esas emociones generan una respuesta en mi, se reflejan en mi cuerpo, dándome información de cómo estoy y cómo me siento.

 

Cada emoción es temporal, durará más o menos tiempo, según sea la idea que yo asocie a ella, lo importante es ser consciente de esa emoción, darme cuenta que la estoy sintiendo, darme permiso para sentirla y experimentarla, es así como tendré vías de gestionar esa emoción….

Si decido no sentirla, por lo que esa emoción me genera, se queda en el inconsciente y actúa desde allí, generando otras emociones sin que me dé cuenta, y a su vez, eso hará que tome otras decisiones inconscientemente.

Cuando sufro la toxicidad de alguien cercano, genera en mi emociones negativas, de rechazo, de ira, rabia, frustración, enfado, etc….

Es fácil darme cuenta de ello cuando lo sufro, pero debo hacer mí trabajo personal, para que esas emociones no me invadan y me afecten.

 

Identifico esas emociones, ¿Cómo me siento? ¿Qué emociones genera esta persona en mi? 

Identifico cada una de las emociones que siento, y ahora bien, ¿Me beneficia o no esa emoción? 

 

Después de identificar cada emoción y de permitirme sentirlas, debo soltarlas para que no se queden en mi, pero cómo solucionar el problema si no puedo alejarme de esa persona tóxica, si estoy obligado a convivir con ella o a verla todos los días. 

Pues bien, aprendiendo a darle la vuelta a esa situación.


 

Cuando identifico lo que me intoxica y lo que genera en mi, lo primero que hago es victimizarme, me hago víctima de esa persona o situación,  y como tengo que seguir conviviendo con esa persona o viéndola cada día, me conformo, me resigno y acepto cada emoción que va a generar en mi, dando lugar a problemas físicos, me hago víctima de mis circunstancias…..


 

Pero… y si tomo responsabilidad en la situación? Cómo?, haciendo de esa persona tóxica tu mejor maestro, haz de esa persona tu mayor aprendizaje.

Te cuento mi propia historia; he sufrido de esa toxicidad inevitable, unas veces de forma más llevadera y otras veces, de manera insoportable, o eso creía ….

Fui víctima mucho tiempo, dejando que me afectarán una y otra vez cada emoción que se generaba en mi, aguantando problemas físicos, trastornos del sueño, estrés, malas digestiones, etc …. cada vez que me victimizaba, le daba más poder a esa persona, sintiéndome cada vez más pequeña y más por debajo .


 

Hasta que decidí tomar responsabilidad en lo que me pasaba, indagar, leer, investigar, para llegar a entender por qué, y ahí me di cuenta que era una enseñanza para mí,  y la elección de aprender o no era sólo mía, y como no aprendía, repetía la situación una y otra vez .

Así que decidí aprender.


 

Y de repente empecé a entenderlo todo, esa persona me enseñaba cada día un montón de cosas, pero qué me podía enseñar si nada me gusta de esa persona? 

 

Empecé a preguntarme, por qué se comporta así?, qué le obliga a actuar de esa manera? Y descubrí que son sus propias taras, que  sus propios complejos hacen que una persona tóxica se comporte así.Y comencé a sentir compasión, algo totalmente gratificante, estaba entendiendo todo!!

 

Entonces qué me enseña esa persona?

Pues precisamente eso, me enseña cada día lo que no quiero en mi vida, me hace tener cada vez más claro lo que quiero ser, en quién me quiero convertir, cada vez que me daña de alguna manera, es mi señal para saber que lo estoy haciendo bien.


 

He entendido, que para conocer el bien, a veces hay que conocer el mal, pero desde un punto de vista sano y constructivo, y ahí comencé a practicar la gratitud.

 

Doy las gracias cada día a esa persona por cada cosa que he aprendido gracias a ella.

Doy las gracias a esa persona, porque esa toxicidad me ha hecho no acomodarme y estar siempre alerta, creciendo.

 

Gracias, Gracias, Gracias.